Suelo laminado: efecto, durabilidad y diseño
Elegir un suelo laminado es decidir conscientemente equiparse con un pavimento resistente y duradero, fácil de mantener e instalar, excelente en términos de higiene y con un fantástico resultado estético. Una solución eficaz a precios asequibles.
Por qué elegir un suelo laminado
Los suelos laminados no son parquet de madera, pero son capaces de reproducir fielmente el aspecto de las principales esencias de la madera con excelentes resultados estéticos. Los suelos laminados son una excelente solución para disfrutar del efecto madera reduciendo costes y mantenimiento .
Un suelo laminado es un pavimento derivado de la madera obtenido mediante la unión por presión de diferentes capas de material con distintas funciones y calidades. El elemento principal de un laminado, que asigna su apariencia y carácter, es el panel HDF (Higt Density Fibreboard) que consiste en fibras de madera y aglutinantes a base de resina. El panel HDF es el núcleo del suelo laminado sobre el que se infunde un papel especial que reproduce la decoración que deberá mostrar el suelo.
En la gran mayoría de los casos, el diseño de un suelo laminado reproduce las características de un suelo de madera. El refinamiento de la tecnología de impresión asegura que el resultado final imite perfectamente el efecto de la madera.
Las ventajas del suelo laminado
Económico
Resistente al desgaste
Resistente a los golpes
Impermeable
Fácil limpieza y mantenimiento
No cambia de color
Instalación sencilla
Seguro. Antiestático y resistente al fuego.
Cómo elegir el suelo laminado
Los suelos laminados se dividen esencialmente en dos categorías según el método de fabricación: laminado HPL (laminado de alta presión) y laminado DPL (laminado de presión directa).
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